La ciencia detrás de los superalimentos

La ciencia detrás de los superalimentos

La malnutrición es un problema que afecta a millones de adultos y niños en todo el mundo. Además, causa serios problemas médicos, económicos y sociales (OMS, 2020).

Por eso, organismos como la OMS y FAO tienen presente prevenir esta condición dentro de sus objetivos 2030 para el desarrollo sostenible (OMS, 2020).

Además de los alimentos, existen los superalimentos.

Aunque no existe una definición con base científica para estos últimos, por lo general, se refiere a un alimento que ofrece altos niveles de nutrientes deseables (Harvard T.H. Chan, s.f.).

El consumo de superalimentos como parte de una dieta balanceada podría ser parte de la respuesta para una nutrición balanceada.

Aquí te explicaremos todo lo que debes saber sobre los superalimentos y cómo los puedes incluir en tu rutina

ABC de los superalimentos

No existe una definición científica para los superalimentos porque el término inició como una propuesta de marketing.

Sin embargo, existen algunas características que permiten identificarlos, como por ejemplo (Harvard T.H. Chan, s.f.):

  • Tienen un alto valor nutricional.
  • Pueden contener grasas saludables como en caso del aceite de coco o de chía.
  • Pueden contener compuestos antioxidantes que ayudan a prevenir la oxidación celular.
  • Aunque no es excluyente, la mayoría son de origen vegetal.

5 ejemplos de superalimentos

Ahora bien, ¿cuáles son algunos de los superalimentos más populares? A continuación, te compartimos un listado de estos, con sus propiedades y sus beneficios para la salud.

  • Aceite de oliva. Contiene ácidos grasos monoinsaturados y antioxidantes. Estos componentes pueden ayudar a reducir los niveles de colesterol y el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares (Williamson, 2017).
  • Arándanos. Esta es una fruta que contiene flavonoides -o antioxidantes-, que son moléculas que pueden contribuir a controlar los efectos negativos de los radicales libres (Blumberg et al., 2013).
  • Aportan minerales como el zinc, calcio, magnesio y fósforo. Estos frutos secos han mostrado ser beneficiosos para la salud del sistema cardiovascular (ICBF y FAO, 2018).
  • Verduras de hoja verde. Espinacas, acelgas y coles son algunas verduras de hoja verde. Estas son buena fuente de vitamina A, vitamina C, calcio, fibra y fitoquímicos (McManus, 2018).
  • Coles de Bruselas. Este vegetal tiene muchos minerales y vitaminas, como la vitamina C, K, calcio, selenio y zinc. Con solo una taza de coles se cumple con el 50% del requerimiento de vitamina C que es una molécula importante para la absorción del hierro. (MedlinePlus, 2018).

¿Son suficientes para mantenerte saludable?

El término superalimentos no implica que estos productos sean “mágicos” o suficientes para ayudarte a alcanzar una alimentación balanceada por sí solos. Para tener un cuerpo nutrido, activo y saludable debes aprender a combinarlos con otros grupos alimenticios. (McManus, 2018)

Al saber qué es la nutrición entiendes la importancia de incluir todos grupos de alimentos.

Esta es la única forma de garantizar que se cumplen los requerimientos de energía (proteínas, grasas, carbohidratos) y de vitaminas y minerales   (OMS, 2018).

Te recomendamos consultar con un profesional antes de sumarte a comer cualquier superalimento. De esta forma, tendrás la garantía de cuáles son las porciones, frecuencia y tipos de alimentos que más te convienen.

Recuerda que cada persona tiene sus propias necesidades nutricionales específicas según su ritmo y estilo de vida; por lo tanto, se deben alimentar de forma distinta.

REFERENCIAS:

Este contenido puede interesarte



¿Listo para hacer preparaciones con Vidalia?

    Acepto: