¿Por qué los prebióticos y probióticos son esenciales en una dieta saludable?

¿Por qué los prebióticos y probióticos son esenciales en una dieta saludable?

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Seguramente has escuchado sobre la flora intestinal y lo importante que es cuidarla pero ya sabes realmente ¿qué tipo de alimentos debes consumir para tener una flora intestinal saludable? El término flora intestinal o microbioma digestivo se refiere al aglomerado de miles de microorganismos, como bacterias y hongos, que se encuentran en nuestro sistema digestivo con los que establecemos una relación de simbiosis y ayuda mutua.

La razón por la que muchos profesionales de salud recomiendan que deba cuidarse es porque ha sido identificada la posible relación entre lo que pasa en nuestra digestión y nuestro estado de salud general. Incluso, esta se ha llegado a catalogar como un órgano dada la importancia de su función en el organismo (TIME, 2019) (Harvard School of Public Health, nd).

A pesar de la interminable lista de beneficios que ha traído la industrialización a la sociedad, se ha demostrado que, el estilo de vida moderno ha conducido a una alteración en la población de microorganismos benéficos presentes en nuestra flora intestinal – posiblemente dado por el aumento de alimentos ricos en azúcar y con poca fibra en nuestras dietas -,

donde se ha identificado un microbioma mucho menos robusto y diverso en individuos pertenecientes a comunidades altamente industrializadas, a comparación de aquellos que aún llevan un estilo de vida rural. Este mismo efecto también ha sido relacionado al envejecimiento prematuro (Valle, 2017) (Kelsen, 2012).

La alteración de la flora intestinal – conocida como disbiosis intestinal – es una condición médica que se ha asociado con la incidencia de varias enfermedades como: obesidad, enfermedades autoinmunes, desórdenes cardiovasculares, diabetes e incluso desórdenes mentales (Shrihari, 2018). Entre sus principales causas están (Hawrelak, 2004):

Uso de antibióticos: una de las razones más comunes de alteraciones en la microbiota, al tener la función de erradicar cierto tipo de bacterias.
Estrés físico y/o emocional: la exposición a estrés ha sido ligada a la disminución en la producción de compuestos que inhiben la adherencia de organismos patógenos en la mucosa del intestino.
Dieta: se ha comprobado que el consumo de algunos sulfatos, dietas con excesos de proteína animal o altas en carbohidratos simples como el azúcar, aumentan la producción de bacterias potencialmente dañinas.

Algunos factores que pueden ayudar a identificar una posible disrupción en la flora intestinal son (Megan, 2018):

  • Manifestaciones gástricas: constipación, diarrea, gases e inflamación en la zona abdominal después de ingerir algunos alimentos.
  • Variaciones repentinas de peso: registrar pérdida o aumento de peso sin realizar modificaciones en la dieta, puede deberse a una baja cantidad de flora intestinal.
  • Fatiga constante: la serotonina, una hormona involucrada en la regulación del sueño y estado de ánimo, es mayoritariamente producida en el tracto digestivo.
  • Irritación en la piel: condiciones dérmicas como eczemas pueden ser causa de alteraciones de la flora intestinal.
  • Intolerancia a algunos alimentos: suele ser el resultado de la aparición de dificultades a la hora de digerir los alimentos, tarea en la cual participan diversos microorganismos.
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¿Cómo podemos cuidar nuestra flora intestinal desde nuestra dieta?

Afortunadamente, existen formas de ayudar a aumentar y/o mantener la diversidad y abundancia de nuestra flora intestinal desde la dieta. Consumir alimentos ricos en prebióticos y probióticos, los cuales son cada vez más utilizados como ingredientes en la industria de alimentos, es una forma de lograrlo. Teniendo en cuenta la relevancia de estos dos para la salud digestiva y su presencia en diversos productos alimenticios, es importante saber qué son y cuál es su efecto sobre la flora intestinal.

Los probióticos – presentes en algunos alimentos o en suplementos dietarios – hacen referencia a microorganismos vivos que, al ser administrados en ciertas dosis, pueden generar beneficios sobre la salud general del huésped.

Los prebióticos – también conocidos como fibra prebiótica – son carbohidratos especiales no digeribles por nuestro organismo, que sirven como alimento para bacterias benéficas presentes en la microbiota intestinal, al igual que para su mantenimiento y desarrollo.

El consumo de pre y probióticos es beneficioso ya sea por separado o en conjunto, donde la ingesta de ambos puede disminuir posibles dificultades que puedan presentar algunos microorganismos para sobrevivir en el tracto intestinal al ser ingeridos.  (Prezemyslaw, 2003).

Prebióticos destacados: la inulina

En la actualidad, se ha prestado especial atención al uso de inulina como prebiótico, al contribuir a la proliferación de bifidobacterias (Przemyslaw, 2003), un género de bacterias del cual se han identificado cerca de 50 especies con diferentes beneficios sobre la salud general (Ventura, 2014). Además, se ha comprobado clínicamente que, una dosis de 5g/día de inulina estimula el crecimiento de bifidobacterias y ayuda a mantener una flora intestinal saludable (Adele, 2010) (Carlett, 2009) (Nuria, 2015).

Una dieta adecuada y el consumo regular de mínimo 5 g al día de prebióticos (inulina), promueven una flora intestinal saludable. El PAN DE ALMENDRAS VIDALIA® contiene 5 g de prebióticos por porción.

REFERENCIAS:

Adele, C. (2010). A double-blind, placebo-controlled, cross-over study to establish the bifidogenic effect of a very-long-chain inulin extracted from globe artichoke (Cynara scolymus) in healthy human subjects. British journal of nutrition, 1007-1017.

Carlett, R. (2009). Effect of inulin on the human gut microbiota: stimulation of Bifidobacterium adolescentis and Faecalibacterium prausnitzii. British journal of nutrition, 541-550.

Harvard School of Public Health. (nd). The Microbiome. Retrieved from Harvard School of Public Health: https://www.healthline.com/health/gut-health

Hawrelak, J. (2004, Julio). The causes of intestinal dysbiosis: a review. Journal of clinical therapeutics, 97-180. Retrieved from https://www.researchgate.net/publication/8455215_The_causes_of_intestinal_dysbiosis_A_review

Kelsen, J. (2012). The gut microbiota, environment and diseases of moden society. Gut micbobes, 374-382.

Megan, D. (2018, Julio 2). What’s an Unhealthy Gut? How Gut Health Affects You. Retrieved from Healthline: https://www.healthline.com/health/gut-health

Nuria, S. (2015). Inulin-type fructans modulate intestinal Bifidobacterium species populations and decrease fecal short-chain fatty acids in obese women. Clinical nutrition.

Prezemyslaw, J. (2003). Probiotics and prebiotics. Cereal Chemestry.

Przemyslaw, T. (2003). Probiotics and prebiotics. Cereal chemestry.

Shrihari. (2018). Gut Microbiota in Helath and Desease – an overview. Gastroenterology Medicine & Research.

TIME. (2019, Abril 1). Here’s Everything You Need to Know About Gut Health. Retrieved from TIME magazine: https://time.com/5556071/gut-health-diet/

Tomasik, P. (2003). Probiotics and prebiotics. Cereal chemestry.

Valle, G. (2017). Impact of human aging and modern lifestyle on gut microbiota. Food and science nutrition, 1557-1564.

Ventura. (2014). Diversity, ecology and intestinal function of bifidobacteria. Microb cell fact.

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